lunes, 2 de mayo de 2011


Fuimos dos novatos en este juego del amor. Tu jugabas con mis sentimientos mientras yo soñaba con tu calor. Aprendimos a que uno no existe sin dos y por ese motivo me cojiste de la mano y nunca me dejiste adios. Yo te enseñe lo que era el corazón y tú, con tus caricias, me abriste las puertas hacia un mundo interior. No existia nada mas bonito que tu mirada, y mi sonrisa era tu única escapada. Soñamos con vivir eternamente, entre mantos de estrellas y miradas de envidia ajenas.
Ahora sé que tu eres lo que siempre busqué y que no hay nada mas bonito que verte de nuevo otra vez.

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